Un lugar donde un hombre de Florida (Uruguay), la capital de la Piedra Alta, cuenta de todo un poco, sobre su pueblo, su vida, sus viajes, su familia y más que nada, sobre su Florida natal. Tambien mucho sobre mi querido Camino de Santiago.



Saturday, March 7, 2009

La vaca
José María Firpo

José María Firpo fue un maestro de escuela. Nació en Paysandú, Uruguay. A los 16 años se trasladó a Montevideo donde ejerció en diversas escuelas primarias . Su labor no terminó en el aula, sino que se extendió a la vida personal de sus alumnos, siguiendo sus pasos, gozando y sufriendo según fuera el azar de cada uno. Su recopilación de los dichos y escritos de sus alumnos -y de sus padres- son el resultado tanto de la observación como del cariño. Hay en ellos un humor ya surrealista, ya grotesco, pero nunca arbitrario ni ofensivo. Podríamos decir que es un recopilador de la 'sabiduría' infantil.

Recopilación de textos del libro 'Qué porquería el Glóbulo'
LA VACA ·

La vaca es una gran cosa porque da leche y carne para el pueblo.

Nosotros no tomamos la leche pura porque hay algunos malandrines que le echan agua.

A la vaca, para que tenga cría, le ponen cerca un toro, y si es buena marca, mejor, y si es medio pichi, los terneros salen medio bobos y atravesados.

La vaca da de comer a los uruguayos, pero no a todos, porque hay muchos por mi barrio que no comen churrascos ni puchero porque la carne está muy cara y no tienen trabajo.

La leche que se vende tiene agua y cuesta un dineral. Mi madre quiere hacer manteca y no puede porque se la sacan y usted tiene que comprarla aparte.

Uno para engordar y estar fuerte para trabajar tiene que tomar una cosa buena, si no, uno se pone como un palo, de tan flaco que queda, y al final, sonó Maneco, y a uno lo llevan para el cementerio.

La vaca come, come, come, come, come, come y come, y de noche mastica lo que comió de día.

Un suponer, a un gaucho lo venía corriendo la polecía horas y horas. El gaucho se quedaba sin fuerzas, entonces mataba una vaca de apuro, le sacaba un pedazo de carne, hacía un bifecito vuelta y vuelta, lo comía, y sin hacer provechito, dejaba todo y seguía disparando.

La vaca es un cuadrúpedo porque tiene calavera.

La vaca tiene alimentos para señoras, hombres y niños. La república le debe mucho a las vacas.

De la vaca se sacan también los zapatos.

Los gauchos agarraban una vaca, le sacaban un rebenque, un cojinillo, riendas, zapatillas, recado, sombrero, después le sacaban un churrasco, lo comían y tiraban lo demás.¡Qué desperdicio! ¡Como se ve, maestro, que no había crisis como ahora!

Dos hermanos que se llamaban Herrera y Rivera mataban como mil vacas por día, y si no fuera por ellos quien sabe cuántos miles y miles y millones de vacas habría.

De la ganadería sale la leche.

Los ingleses compran carne aquí porque a lo mejor en otro lado los afanan.

Toda la gente se pasaba matando vacas no sólo para comerlas, sino para hacerse bombachas, pero no de las que usan las señoras; las que yo digo son como unos pantalones largos; yo se porque en el barrio hay un hombre que usa.

Hace como 200 años en nuestro país había 3.000 vacas, 12.000 caballos, 300.000 burros, 7 millones de cabras y 11 millones de chanchos.

A lo primero los indios no mataban vacas porque a lo mejor se creían que tenían dueño.

Los hombres de antes se vestían con los productos de la vaca; el que mataba una vaca, tenía cama.

La vaca de día y de noche se la pasa aullando.

La vaca no puede poner la leche en el tarro por eso el hombre la ordeña.

¡Quien tuviera una vaca!

Hay dos clases de vacas; las vacas de los estancieros y las de los vecinos que las tienen para ordeñar.

La vaca tiene costumbres desastrosas y feas. Yo sé porque mi tío vive en Tacuarembó y tiene una vaca que siempre caga en el patio.

La vaca es buena y caritativa con los pájaros, porque ella le hace la bosta a los horneros para que puedan construir sus nidos.

La vaca es un animal muy cuadrúpedo y tranquilo.

Las vacas son los animales más suaves y delicados.

1 comment:

  1. Muy buena la recopilación del maestro Firpo. Uno la saborea más cuando recuerda lo que decían los libros de texto y en qué los convirtió la burralidad de algunos de estos que hoy andarán por el mundo, llenos de esa mezcla de inocencia y picardía que es nuestra idiosincrasia uruguaya. A esos maestros de la vida, salud.

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