Un lugar donde un hombre de Florida (Uruguay), la capital de la Piedra Alta, cuenta de todo un poco, sobre su pueblo, su vida, sus viajes, su familia y más que nada, sobre su Florida natal. Tambien mucho sobre mi querido Camino de Santiago.



Sunday, March 29, 2009

Historias cortitas/ La danza de los espiritus.-

La danza de los espíritus.-

A eso de las once de la noche, ya pronto para dormir, con calzoncillo largo de franela, camiseta y medias gruesas, me vienen ganas de ir al baño, me calzo unas botas que están junto al catre y salgo, a las corridas me acerco a unos arbustos que están a unos diez metros de la carpa, hay aproximadamente 34 grados bajo cero y me entierro en la nieve hasta el borde de las botas. Mientras me dispongo a orinar, miro al cielo como preguntando ¿Qué estoy haciendo aquí?
Todo el día habíamos caminado y explorado la zona, luchando contra la nieve profunda, el frío y una nevada no muy pesada pero constante, pero en este preciso momento, el cielo se había abierto y la noche estaba extraordinariamente clara y estrellada.
Me invadió una alegría que me hizo hasta casi olvidarme del frío que me acuchillaba, los tres que estamos acampando somos fanáticos de las noches estrelladas, Wilson, sabe bastante de constelaciones y leyendas de la noche, por lo tanto, vuelvo a los saltos a la carpa y les digo que hay que abrigarse y salir a mirar el cielo, que esta de maravillas. El gringo James, al que llamamos Santiago, esta haciendo su primer viaje con nosotros, me mira y me dice que estoy mas loco que una cabra, que con este frío no se mueve, Wilson salta como un resorte, sabe que el cielo que va a encontrar no es el mismo que el de su Barrio Sur, y a pesar de que hemos hecho muchos viajes juntos y dormido cientos de noches al aire libre, el sabe que esta noche puede ser especial y diferente.
Como estamos en una zona muy boscosa, nos dirigimos hacia el lago congelado que esta atrás de la carpa, caminando sobre el espeso hielo hacemos unos doscientos metros, para tener más cielo abierto, los pies se nos congelan, el leve viento que hay nos corta la poca piel que llevamos expuesta, el trecho parecen kilómetros, pero de pronto, ahí están.
Los nativos le llaman, la danza de los espíritus o los espíritus danzantes, nosotros lo conocemos como aurora boreal o luces del norte.
Las luces que se ven hacia el norte y el oeste, cortan la oscuridad con una lluvia de colores, se mueve y desplazan de aquí para allá, haciendo brillar la noche y realmente parecen fantasmas haciendo una danza antigua y sensual, se ve el cruce de manos que hacen las bailarinas hindúes, la cadencia de las odaliscas, las contorsiones del flamenco, solo falta la música de los tambores indios o la dulce melodía de un saxofón.
El frío no se siente, los tres pasamos un tiempo que nadie midió, exhortos, admirando esas luces, devorados por esas imágenes fantasmagóricas y dulces, nos envuelve un estado espiritual que nunca habíamos experimentado, lo asimilamos, a mi creo que se me cayo una lagrima, que congelada me queda pegada a la mejilla.
Al rato, el frío nos despierta de ese trance y nos obliga a volver a la realidad del dolor que sentimos dentro de las botas y que amenaza con un comienzo de hipotermia.
Volvimos a la carpa, la misión de ver ese espectáculo, que era el propósito del viaje se había cumplido… ¿Cuántos volveremos el año próximo, cuantos se querrán plegar a la aventura después de ver las fotos de Santiago?
El Tordillo Interpretacion de las Luces del Norte hecha por Marlon.

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