Un lugar donde un hombre de Florida (Uruguay), la capital de la Piedra Alta, cuenta de todo un poco, sobre su pueblo, su vida, sus viajes, su familia y más que nada, sobre su Florida natal. Tambien mucho sobre mi querido Camino de Santiago.



Wednesday, March 25, 2020

Camino Portugués 2019. Alpriate/Vila Franca de Xira.


Camino Portugués 2019. Alpriate/Vila Franca de Xira.


Como ya he dicho antes, esto no es una guía de viaje, estos son simplemente los recuerdos de un peregrino caminando por esa zona, lo relatado es lo que mas impresiona o recuerda del Camino, es mas bien parte del recorrido espiritual y sensual.


Esto es escrito meses después de volver a casa, basado en fotos y notas de dos o tres palabras para ayudar la memoria, por lo tanto, lo que va al papel es lo que queda estampado en la memoria o en el corazón. Yo, el Camino lo hago paso a paso y sin apuro, como me enseño mi amigo Justo León Galán, un hombre que sabe como perderse en el Camino, para con lentitud y paciencia, encontrarse siempre en los lugares más interesantes.

En Alpriate tuve la oportunidad de conocer y conversar sobre caminos con José Luis Sánchez referente y creo que presidente de la Asociación Vía Lusitania, que ayuda a mantener la señalización del camino en esta zona, además de haber fundado y todavía opera el Albergue de Alpriate. después de la cena en un bar cercano, la amena e interesante charla se extendió por un buen rato, en realidad hasta que a mi el cansancio del día me obligo a retirarme a los brazos de Morfeo.

Con ojos bien abiertos al día que se presentaba medio opaco, retomé el rumbo con la idea de llegar a Vila Franca de Xira, los primeros dos kilómetros me llevaron mas de una hora, porque queriendo seguir el camino sin pisar asfalto, me fui por una senda donde me encontré con un barrial de unos cuatrocientos metros, se hizo casi impasable, dos veces los zapatos se me quedaron detrás enterrados y en partes me hundía casi hasta las rodillas. Pero el vasco que por herencia llevo dentro, me decía, “anda que ya se termina”, hasta que llego el momento que era mas fácil seguir adelante que retornar a lo seco.

Aquí fue donde encontré y recogí la que sería mi compañera de viaje hasta abandonar Santiago, un   trozo de caña que se veía fuerte y resistente como para servirme de apoyo hasta salir del barrial. Tengo por costumbre, en todos los caminos, el cortar un bordón al llegar a un bosque que me proporcione algo recto y fuerte que vaya conmigo hasta el final, pero hasta ahora no lo había conseguido, así que esa caña tenía que cumplir el propósito.

La ruta de ahí en adelante se volvió de tramos muy hermosos y otros muy peligrosos, pasando de las pintorescas pasarelas junto al rio y canales a tramos de carretera donde hay que ser intrépido para pasarlos sin prestar el máximo de atención al tráfico. Zonas donde hay que cruzar la carretera varias veces para encontrar arcén o por lo menos un espacio más ancho para caminar entre la vida y la posible muerte por atropello. Repito, hay que prestar muchísima atención.

Cuando se camina sobre las pasarelas o en el sendero junto al rio, se puede apreciar todo tipo de fauna, los verdes que circundan son intensos y la flora muy aromática, extremadamente placentero, un paraíso para los amantes de la fotografía. Las mías son hechas con el celular, quizás no reflejen la belleza del lugar.

Después se continua por una senda entre el rio y las vías del ferrocarril, cada tanto hay que cruzar la vía por puentes que se encuentran en las varias estaciones por las que se pasa. En muchos lugares lo han adornado con bonitos murales con asientos para descanso del caminante y muelles con banquetas que invitan al descanso y a refrescarse un poco.

Antes de llegar a Xira, se cruzan por marinas, clubes de yates y enclaves de pescadores que embellecen el entorno, hasta llegar a un hermoso parque que marca la entrada a la ciudad, debe tener un kilometro de largo entre las vías y el rio, hasta llegar a la estación ferroviaria donde nuevamente hay que acceder a ella por un puente.

La noche la pase en Pensión del Ribatejo, a metros de la estación y cerca de todas las amenidades de la ciudad, un cuarto privado por 15 euros, limpio y confortable. La distancia recorrida fue unos 20 kilómetros más o menos. Recorrí un poco los alrededores donde se nota que los toros son la vida y el motivo de ser del pueblo, me impresionaron mucho la cantidad de mosaicos artísticos, las estatuas taurinas y la limpieza general del lugar, pero mas que nada la gente, ya que dos o tres con los que entablé conversación en mi pobre portugués, hicieron el esfuerzo para entenderme y explicar cosas del lugar.

Mañana el plan que yo tenia era llegar a Azambuja, pero verán que a veces el Camino no hay que programarlo tanto, así que a seguir las flechas amarillas y veremos… 

































Monday, March 23, 2020

Camino Portugues 2019. Aclarando.


Camino Portugues 2019. Aclarando.


Una futura peregrina, a la cual conocí en una de las reuniones de peregrinos que se hacen en Toronto, me llamo ayer, después de leer mi crónica sobre la etapa que hice de Lisboa a Alpriate, quería saber porque había llegado solo hasta ese lugar en vez de seguir hasta Alverca de Ribatejo, donde según ella, las guías del Camino y el Sr, John Brierley, termina la primera etapa.

Mi respuesta:
Susan, en todos los años que estoy en esto del peregrinaje, siempre he hecho el Camino a mi manera, porque es mi Camino, no quiero recorrer el que hizo Brierley o la gente de Eroski o Gronze. Es “mi Camino”.

NO me molesta salirme de ruta, pararme a sacar fotos o caminar a través de un atajo para ver una Iglesia que me han comentado que es muy linda. Alargo o acorto de acuerdo con lo que hablo con hospitaleros o gente local, que siempre está llena de información que quieren compartir, si tu estas dispuesto a escuchar.


Se cuales son los próximos pueblos por los que pasare, porque tengo un mapa del recorrido, pero no se donde me quedare. El Camino manda y provee, simplemente sigue las flechas amarillas y déjate que la ruta te sorprenda, a mi me gusta masticar lo que trago y no digerir lo que otros masticaron.

Recuerdo salir de Saint Jean de Pied du Port en los pirineos, con simplemente la hoja de distancias y altimetrías que brinda la Oficina del Peregrino de ese hermosísimo lugar, desde donde la mayoría comienza el Camino Frances. A mi alrededor, la gente caminaba con grandes mapas, libros de guía, teléfonos celulares, wiki esto y wiki lo otro… al final después de un mes, todos llegamos a Santiago, cada uno enriquecido por la forma en que hizo su propio Camino.

En deducción, es tu o mi Camino, hazlo a tu placer y gusto, usa guías o no, pero no dejes de experimentar y cambiar rumbos o distancias de acuerdo con lo que el Camino dicte, solo El y el Santo Apóstol son los que decidirán donde tienes que ir y como llegar. No acarrees cadenas de otro, libérate y disfruta. 

 Ultreia Susan y peregrin@s tod@s.

Simplemente sigue las flechas amarillas…





Sunday, March 22, 2020

Camino Portugues 2019. Lisboa/Alpriate. -





Camino Portugues 2019. Lisboa/Alpriate. -


La salida tempranera me lleva nuevamente a recorrer las estrechas calles de el barrio de Alfama, donde en algunos lugares, todavía están limpiando los bares y patios, que, hasta casi la madrugada, fueron regados con llantos de Fados y vinos autóctonos. Todavía quedan algunos rezagados que entre nubes de vapor de alcohol, se dirigen a sus casas, no siempre caminando en línea recta.

Las flechas que me van a sacar de la ciudad no son fáciles de encontrar, pero un peregrino experto se da cuenta que con solo seguir con el Tejo a la derecha y rumbeando al norte, se encontrara con el Parque de las Naciones, un emblemático y moderno desarrollo que se hizo para la Expo 98. Hasta llegar ahí, el camino es todo por ciudad, después de pasar por la estación de trenes, zona residencial e industrial se entremezclan, siempre con calles empedradas y grasosas por el transito de camiones y autos, que durante el día debe ser muy intenso.

Cada tanto desde alguna esquina, miro a mi derecha para ver si diviso donde termina la zona portuaria y comienza el paseo parque a la vera del rio. Se comienzan a ver modernos edificios y estructuras, hoteles, restaurantes y bares aparecen en una zona poblada por hermosos edificios de apartamentos residenciales, muchos de ellos con vistas al rio o a anchos y sombreados bulevares. Fuentes, estatuas y grandes jardines ponen una sonrisa en el rostro del peregrino. Es un placer caminar con este entorno.

Desde una panadería del lugar, el aroma a pan fresco y café, me invitan a sentarme, en una mesa frente a un Boulevard, me deleito con todavía humeante y hojaldrado “pastei de nata” que, regado con un hirviente café con leche, me dieron las fuerzas y la alegría para seguir camino hasta Alpriate.

De golpe, aparece la maravillosa silueta del Ponte Vasco da Gama que con sus casi 13 kilómetros de longitud es el segundo en longitud en toda Europa. Una verdadera joya arquitectónica que se termino de construir a mediados de 1998.

Un poco más adelante ya cambia el paisaje, después de caminar un trecho se vuelve mas descuidado hasta llegar a un sendero junto a un riachuelo (creo que se llamaba Trancao). Atención esta zona es un poco confusa para el peregrino por dos o tres cruces de ruta, puentes y rotondas, pero si prestamos atención se encuentran las flechas que los peregrinos tanto ansiamos. Desde aquí los indicadores tienen dos flechas, una azul que te guían a Fátima y las tradicionales amarillas del Camino de Santiago. Por los próximos 80 o 90 kilómetros ambas nos acompañaran, creo que hasta Santarém o Tomar, ya veremos.

De aquí en adelante, el paisaje se muestra mas bucólico, caminamos por sendas que usan los granjeros de la zona, donde la soledad y el silencio nos ayudan a comenzar a pensar en el largo viaje que nos espera para ir a abrazar al Santo Apóstol.

La llegada a Alpriate se hace muy llevadera, es una etapa de unos 22 kilómetros que te deja en la puerta del muy bien cuidado y atendido Albergue de peregrinos de Alpriate, fundado y regenteado por la Asociación de la Vía Lusitania. Esta noche somos 8 peregrinos los que disfrutamos de las instalaciones y del pequeño y prolijo pueblo. 


Mañana veremos lo que el sendero nos depara, Dios mediante llegare hasta Vila Franca de Xira, siempre siguiendo las flechas amarillas…























Saturday, March 21, 2020

Camino portugués 2019. Lisboa.



Camino portugués 2019. Lisboa.


El 26 de abril del 2019, comienza una nueva aventura, la intención es llegar a Santiago por el Camino Portugués, desde Lisboa, mis 71 años son el reto mas grande que debo enfrentar, lo demás son solo kilómetros y poniendo siempre un pie delante del otro, continuamente y sin apuro, se llega a donde sea, los famosos soldados romanos, ya lo demostraron hace mucho tiempo, así que, adelante con la tarea.
Como es costumbre, nunca reservo donde me voy a quedar esta noche, pero el primer día del viaje, al arribar, siempre lo hago por las dudas. Mi destino una pensión modesta pero supuestamente limpia y prolija, a pocos metros de la Catedral de Lisboa, será mi base por los primeros dos días, porque considero un sacrilegio, el llegar a una de las ciudades mas antiguas de Europa y no recorrerla, aunque sea un poco, para ver sus antiguas maravillas, aclimatarme al lugar y al sonido del idioma, que entiendo bastante pero que no hablo fluidamente.
Maravillosamente sorprendido por la antigua hermosura de esta ciudad junto al rio Tejo, no alcanzaría una resma de papel para describir lo visto y vivido en estos dos primeros días. Antiguas Universidades, los laberintos de la zona de Alfama, donde siempre de fondo se escucha un Fado retumbando en las calles empedradas. El majestuoso Castelo Sao Jorge, todas y cada una de sus impresionantes iglesias, los tranvías que parecen que van a estrellarse en las casas de los vecindarios de calles estrechas, donde los peatones tienen que entrar a los umbrales de las puertas para que puedan pasar.
El olor a pescado y frutos de mar cocinados de cientos de formas diferentes, los vinos que acompañan los almuerzos en forma abundante, escalinatas que te llevan a lugares que no aparecen en los mapas, gente que sin entender mucho lo que preguntas, con una sonrisa adivinan lo que quieres y te señalan el camino. Las panaderías repletas de manjares dulces, salados y los infaltables Pastéis de Nata, algo que es típico de Portugal, muchas veces imitado, pero jamás igualados.
Siguiendo el consejo de otro peregrino que comenzaba el Camino un día antes que yo, lo primero que hice fue visitar la Catedral y desde ahí, salir sin rumbo, sin guías o mapas, comprar un pase para los tranvías y bajar y subir a ellos donde los ojos me dijeran que había algo interesante. Caminar hacia los lugares donde se ve mucha gente o a mi estilo, evitar las muchedumbres y seguir a los locales hacia donde se pierden sus pasos, en recónditos lugares que siempre te sorprenden.
Lisboa es una ciudad que creo merecería una semana entera como turista para tomarle el gusto y quizás conocer un 20% de lo que ofrece, pero yo como peregrino, me tengo que marchar y seguir Camino, la segunda madrugada me encontrara mochila a la espalda, sonrisa en rostro y bordón en mano, siguiendo las flechas amarillas. 
La primera al salir de la Catedral, donde estamparon mi partida, la veo desde la ventana del cuarto de la pension... a por ella.