Un lugar donde un hombre de Florida (Uruguay), la capital de la Piedra Alta, cuenta de todo un poco, sobre su pueblo, su vida, sus viajes, su familia y más que nada, sobre su Florida natal. Tambien mucho sobre mi querido Camino de Santiago.



Thursday, December 23, 2010

Feliz Navidad.-


Llego esa época del año en que nos ponemos más nostálgicos que de costumbre, cuando pensamos que lindo que sería estar en la casa de los “viejos”, con los amigos, por las calles de los barrios que recorríamos años atrás…

Vuelven a la cabeza, la familia, primos cercanos y lejanos, lugares, tiempos, cuentos y momentos. Pensamos mas en lo que fue y menos en lo que es, por lo tanto este año los invito a todos a mirar a su alrededor, a hacer un inventario de lo que tienen, verán que el 90% de nosotros tenemos más de lo que creemos, vivimos mejor de lo que esperábamos, estamos rodeados de familia que nos ama, nos protege, nos acompaña, tenemos pasados hermosos y futuros prometedores.

A ese 90% los invito a que busquen la manera de hacer sentir mejor y de ayudar al otro 10%, que no ha tenido la suerte que hemos tenido nosotros.

A todos mis amigos, parientes, colegas y conocidos, los invito a sentirse mejor después de haber logrado que otro menos afortunado se sienta mejor. Quizás un regalito menos para los nuestros y uno más para los otros, sea la mejor forma… que esta Navidad tu espíritu se vea reflejado en el espejo de la caridad y la solidaridad.

Feliz Navidad y que todos vuestros deseos se cumplan con creces en el año venidero,que vuestras copas rebosen de felicidad, salud, amor, bienestar y por supuesto de vino.

El Tordillo

Saturday, December 11, 2010

La fuerza de la solidaridad.-



El Sr. Carlos Enciso, Intendente de Florida, nos envío esta fotos de la vista final de la escuela de Paso del Rey.


Friday, December 10, 2010

Eladio Dieste.(click aqui).-


ELADIO DIESTE. (Artigas, December 10, 1917 - Montevideo, July 29, 2000)


Fecha y Lugar de Nacimiento: 10 de diciembre de 1917, en el departamento de Artigas, Uruguay. -Altar Mayor de la Iglesia de Atlántida.



Nacionalidad: Uruguayo.

Estudios: Egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República, Uruguay en el año 1943



Wednesday, December 8, 2010

Recuperan escuela en Chilcas y Chingolas.- Click aqui.-




miércoles 8 de diciembre de 2010
Recuperan escuela en Chilcas y Chingolas
Por EMILIO MARTÍNEZ MURACCIOLE
Entre las 8 y las 18 horas de ayer, Chilcas y Chingolas recuperó su escuela. La imagen es propia de un programa norteamericano donde a una familia le destruyen y reconstruyen su vivienda en sólo algunas horas, una fórmula por demás efectiva para atrapar a un espectador que se conmueve con una obra tan loable como acelerada. La reconstrucción de ayer tuvo bastante de eso.
La escena dejaba ver al intendente y su comitiva con remeras y gorros blancos con la consigna "con la escuela de Chilcas construimos futuro". Pero no sólo a ellos, sino también a la maestra, los escolares, voluntarios, vecinos, e incluso los periodistas que asistieron a cubrir. Todos de blanco, con logo y consigna. En la platea, la suerte de cimiento en la que se basa la construcción, unos veinte trabajadores de la empresa Umissa, de remeras rojas, cascos y zapatos amarillos, armados de martillos, taladros, destornilladores y otras herramientas, levantaron a un ritmo vertiginoso una nueva figura sobre el horizonte, dejando colocado el techo cuando todavía faltaba bastante para que el sol comenzara a ocultarse. Instalación eléctrica y detalles quedaron para hoy.
La capilla y la policlínica, que no funcionan como tales "porque curas nunca vienen por acá y médico que atienda no hay", tal como contó la cocinera de la escuela, fueron las edificaciones que pasaron a tener un vecino enfrente. Entre la capilla y la policlínica, arriba de un aljibe, hay un cartel que anuncia desde el año pasado, que allí funciona también la escuela. La policlínica es chica y la iglesia se llueve. De todos modos, desde que ocurrió el incendio, la maestra Miriam Abreu se las arregló para dar clases allí.
Umissa aportó la edificación prefabricada, instalada junto a los obreros de la empresa, los cuales pertenecen a la Unión de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (Untmra). Hubo aportes también del colegio Stella Maris, el diario El País, la Fundación Gallinal y fundamentalmente del Grupo Toronto de uruguayos residentes en Canadá, que en un asado benéfico realizado el pasado año recaudó más de 2.500 dólares para ayudar la reconstrucción. El Consejo Directivo Central (Codicen), que avaló la edificación, se sumó además con el aporte al BPS de los trabajadores que llevaron adelante la obra. La Intendencia de Florida fue el motor del proyecto, aportando además mano de obra y logística.
Carlos Enciso, que asumió en julio de este año y se tomó el asunto como ítem fundamental a resolver en su gestión, resaltó que la comunidad de la zona era la que se encontraba "desprotegida" ante la "inacción" de las esferas estatales que no consiguieron soluciones antes.

Diario LA REPÚBLICA

Saturday, December 4, 2010

Volvio Yo_Claudio... no se lo pierdan.- Click aqui.

sábado 27 de noviembre de 2010
SIEMPRE ESTOY LLEGANDO AUNQUE CREAN QUE NUNCA VOLVERÉ

A LOS MILLONES QUE RECLAMABAN MI REGRESO... EL TORDILLO Y NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE MIL MAS , JE.
AQUÍ ESTOY... NO SE DÓNDE EXACTAMENTE PERO ES "AQUÍ".
ASÍ QUE TENDRÁN QUE SOPORTARME O SIMPLEMENTE NO HACERLO.
A TÍ "TORDILLO", ABANDERADO DE LOS MILLONES DE SEGUIDORES DE ESTE MARAVILLOSO(MARAVILLOSO? MMM) BLOG TE DEDICO ESTA REENTRADA UN POCO BURDA O BÁSICA SI PREFIERES...LO CUÁL DEMUESTRA QUE MI ESTILO NO HA CAMBIADO A PESAR DEL PASO DEL TIEMPO.
POR CIERTO PICANDO EN EL TÍTULO, UN TEMA QUE VALE LA PENA.
HASTA LA PRÓXIMA.
YO_CLAUDIO

Wednesday, December 1, 2010

La Sonrisa de Lucia.-

(por Graciela Mantero)

Algo está pendiente. Lucía decide llamar. Levanta el tubo de color café con su mano izquierda, acercando el dedo índice tembloroso a las teclas del teléfono. Ayer por fin consiguió después de tanto buscar, la dirección y el número. ”Es tarde” piensa, ‘’hay tres horas de diferencia, mejor me comunico mañana’’. Vuelve a dejar el auricular sobre el aparato telefónico. Camina en dirección a la sala y se sienta en el sillón de paño color gris, que tiene gastadas las posaderas. Extiende sus manos hasta tomar entre ellas, el almohadón que se encuentra en el costado derecho del sofá. Lo acomoda detrás de su cabellera dorada, y agenda con su mente lo que hará a la siguiente mañana. Tiene cita con el doctor muy temprano. Cuando regrese a la casa lo llamará por teléfono. Se levanta rápido, apaga la luz y va hacia la cocina. Calla el silbido agudo de la caldera; el agua caliente está lista. Se prepara un té, esta vez elige la caja verde de sabor a tilo, con propiedades calmantes. Coloca el sobre dentro de la taza de vidrio acaramelada, pone una cucharita de azúcar y deja caer el agua caliente burbujeante. Abre la nevera y saca la caja de leche descremada para poner un poco en el pocillo. Se sienta y muy despacio bebe el relajante natural. ”Tilo con leche, bueno para conseguir el sueño”, se dice sin mover los labios.

----Ahora sí, a dormir- dice en el silencio de la casa. Sólo las paredes escuchan.
Se levanta, lava la taza, la cuchara y el platillo. Apaga la luz de la cocina y se dirige al dormitorio. Lista para acostarse, se desviste sin prisa. Dobla la falda negra que cubre sus piernas hasta los tobillos, la coloca sobre la silla al costado de la cama. Así se despoja de las prendas que la visten hasta quedar desnuda. El espejo de la cómoda refleja la imagen de Lucía. Ella se acerca y reconoce con su mirada el cuerpo de esta otra que no oculta las huellas de su enfermedad. Estira su mano y choca con la mano fría que está al otro lado del espejo. Se observan calladas y luego se retiran cada cual para su mundo. Lucía se pone el camisón de encaje color rosa y se introduce en la cama. Gracias al tilo, entra en un profundo sueño.

La despierta el radio despertador con un clásico de Federico Chopin.
Recuerda la cita con el médico. Se levanta rápidamente y se dirige a ducharse. Antes, busca el jabón de glicerina que compró en una tienda de artículos naturales. La lluvia del duchero moja su rostro aún dormido. Se arropa con un vestido floreado de falda larga y sale. A las ocho menos cuarto está en la sala del consultorio y es llamada por la recepcionista. El doctor la atiende y después de revisarla, le da la receta para el medicamento.

Sale de la clínica con la prescripción en la mano. Dirigiéndose a la farmacia, va respirando el aire fresco de la mañana. Cruza la plaza que está vestida de palomas y aromas de azucenas. Las visitantes mañaneras, en busca de migajas, se le interponen en su camino. Por un momento afloran en su mente los recuerdos, aquéllos que la perturban desde que estuvo en el hospital. Lucía se detiene. Una piedra se le ha metido entre la planta del pie y la suela de la sandalia. Ve un banco de madera marrón con patas de hierro forjado, se sienta para sacar la molesta invasora.

Reposa un momento, y decide embriagarse de brisa pura de primavera, que hace tiempo no disfruta. ’’ Tengo que recuperar el tiempo perdido’’, piensa.

Se detiene a observar el entorno pintado con soldados silenciosos. Algunos con miradas tristes y rencorosas, otros distantes que ni siquiera ocultan su desinterés por los vagabundos que duermen en los bancos de la plaza. Ella sigue con la mirada a la poca gente que sonríe, como queriendo adivinar la razón de su alegría.

Le viene a la mente el recuerdo de Agustín, cuando en la Universidad se graduó de escribana. Él prefería que fuera abogada.
‘’Algún día tendrás que ayudarnos a mí y a mis compañeros de Ciencias Políticas’’- le dice sonriendo. Ve sus ojos color miel y su mirada tierna. La imagen de él la acompaña todos los días. ’’¡Cuánta falta me haces, Agustín!”.

Hace varios años que fue liberada. A pesar de la ‘’libertad’’ que vive el Uruguay, la mayoría de los ciudadanos están tristes, al igual que la tristeza y culpa que acongojan su corazón. Lucía estaba repartiendo panfletos en una manifestación relámpago cuando la aprehenden. No sabe nada de sus compañeros. ‘’ ¿Qué dirán ellos si les digo la verdad?’’, se pregunta en silencio.

Lucía, con treinta años, se siente cansada, cansada de arrastrar con su culpa, pese a que no habló. Aprieta la receta con la mano como descargando la rabia. Su cabello se ondula con el pasar del viento. Sentada, frota su pierna izquierda que no se deja ver; suele mantener ocultas sus extremidades inferiores. Le da pena que la vean. Se pone de pie y sigue su camino. Al final de la plaza, encuentra una iglesia de estructura vieja, con una puerta negra de hierro que le trae a la memoria el cautiverio.

Sabe que no va a soportar. Está prohibido hablar y moverse. Sólo se escuchan silenciosos gemidos. Parada entre la pared de cemento y los barrotes de hierro, siente en el frío de éstos, el dolor de su brazo derecho. Recorre las manchas que imagina dispersas en diferentes partes del cuerpo. Ya no resiste el plantón, las piernas se van aflojando.

--- ¡Firme, carajo!- escucha a lo lejos.
Hace un esfuerzo y vuelve a enderezar sus piernas, que están siendo invadidas por un ejército de hormigas invisibles. Los dedos gordos y los talones parecen haber desaparecido del cuerpo. Siente el avance sin tregua del cosquilleo que sube hasta la rodilla. En la oscuridad, confunde el transcurso del tiempo. Lucía calcula que pasaron ya varios días, pero realidad no tiene noción.
--- ¡Ay! No más- estalla un grito de mujer en el silencio.
---Habla, perra hija de puta, replica una voz gruesa y profunda.
Lucía siente el mudo resonar de sus huesos. Sus manos de hielo tratan de contener un hilo tibio que cae entre sus piernas. Oye carcajadas. Se va enrojeciendo de una vergüenza impotente y llena de rabia.
---Por comunista te pasa. Dentro de un rato vas a saber lo que es bueno, le advierte uno.

Se concentra en pensar que no hablará. Resiste el dolor; intuye lo que le espera. Escucha que alguien se aproxima en dirección a ella, todo lo percibe e imagina. Su rosto está cubierto por un lienzo ajustado que la asfixia y sus manos atadas por delante. Se abre una puerta chillona, y un bulto choca contra sus pies desnudos.
---Ahí tenés compañía. Pedíle que te cuente cómo disfrutó cuando vuelva en sí- dice la voz, cuyo rostro, ella dibuja en su mente. Lo imagina no muy mayor, con ojos negros. Boca de labios finos como hechos con el filo de un cuchillo.

Escucha unas llaves que se rozan y cierran una puerta, pasos que se alejan. Luego un silencio. ‘’Se fueron’’, piensa y siente un alivio, a pesar de los dolores de su cuerpo. Se agacha y trata de reconocer el bulto que tiene al costado de su pierna. Con la mano que apenas puede movilizar, descubre que se trata de una mujer. El tacto de sus dedos le habla de una piel suave, de cabello no muy largo y algo rizado. De repente, una mano temblorosa busca algo a qué aferrarse. Encuentra la mano izquierda de Lucía que se halla tratando de armar aquel rostro.
---Tranquila, que se fueron- le notifica, y continúa ¿Cómo te llamas?
---Ana- contesta.

Lucía trata de ayudarla, pero su cuerpo se lo impide. Ella también se encuentra débil. Decide sentarse a su lado. Sus manos se confunden en un mismo dolor. Ana no desea contar lo que le sucedió, sabe que Lucía va a pasar por lo mismo.
Cansadas quedan dormitando, su respaldo de cemento las mantiene erguidas. Lucía en su sueño recuerda la plaza llena de militantes con disimulados paquetes de panfletos, prontos para volantear. El ambiente tenso se intuye, hasta que se rompe con los gritos y las consignas. Espera la señal y sale caminando hasta que la rodean y le quitan la propaganda que la delata. ’’¿Cómo no los vi?’’. Es tiempo de callar ideas, pero la militancia sigue en clandestinidad.

Un ruido de pasos se aproxima. Lucía dormita todavía.
---Vení vos ahora- le grita fuerte una voz que abre la puerta.
- Y mejor cantá lo que sepas.

La toma del brazo y la levanta bruscamente. Ella siente que el brazo se le va a partir, el dolor de los golpes recibidos se profundizan más aún. Otra puerta se abre. Percibe la respiración y el aroma de colonia. Es despojada de la ropa que la cubre, su pantalón blanco con rastros de orín, la blusa de seda que está manchada de sangre y huele a transpiración. Las manchas rojas escamosas son visibles en el cuerpo desnudo de Lucía. La tiran en una parrilla, le atan las manos y pies.

Avergonzada siente el nido de alambre en su espalda. Los verdugos no le prestan atención a su enfermedad. Disfrutan acariciando con sus miradas las caderas desnudas de Lucía. ’’ No voy hablar’’, se repite, mordiéndose los labios hasta sangrar.
Los choques eléctricos de la picana que le introducen bruscamente en el ano, le producen espasmos repentinos. Gritos desesperados escapan de su boca, a pesar del esfuerzo que hace para mantenerla bien cerrada.

Al cabo de una hora yace desmayada en su lecho de alambre. Un inesperado chapuzón de agua la despierta. La capucha mojada delinea sus facciones. Se vuele abrir una puerta.
---¿Cantó la pajarita?- pregunta.
---Hasta ahora no, mi General- contesta el guardia.
---Pues ahora va a cantar- afirma el General, sacándose la chaqueta de galones y poniéndola sobre la silla negra de madera que se encuentra detrás del escritorio.
La luz es escasa, solamente una lámpara ilumina el infierno de la oficina. Una radio está prendida, y su volumen es alterado por el guardia, cuando la desesperación es irresistible. La mano del General comienza a recorrer los pechos ásperos de Lucía. Recorre lugares íntimos tratando de humillar la presa; un juego tendencioso que suele terminar en violación. Ella sabe lo que viene después del manoseo. La mano transita despacio por su abdomen hasta que nota que esa piel era diferente a otras. Introduce el dedo anular en la vagina de Lucía hasta hacer contraer las membranas. El General, refriega la bragueta del pantalón sobre la mano de Lucía que sobresale de la parrilla. Aprieta el seno diestro de ella, y ahora nota con más claridad las ronchas escamosas de la piel.
--- ¿Qué tienes en la piel? - pregunta intrigado.
Lucía no le contesta.
---Habla, perra- ordena el General y manda aplicar otro picanazo.
--- ¡Lepra, mal parido!- expulsa un grito de rebeldía.
---¿Lepra? ¡Imbéciles! ¿no sabían que era sarnosa? - pregunta el General, separándose del desnudo cuerpo.
-Saquen de aquí a esta mujer.

Humillada y llena de moretones que no puede ver, la envuelve un alivio apacible. La devuelven a la celda, pero ya nadie la toma del brazo.
--- ¡Comunista y leprosa!- oye decir.

Al cabo de algún tiempo vienen a buscarle, le tiran una manta para que se cubra y le ordenan que camine. La hacen subir a un auto. Es evidente que todos le tienen temor.
Las campanas de la iglesia tocan las nueve. Un revolotear de palomas la regresa a donde está, camino a la farmacia. Con la receta arrugada en su mano derecha, recuerda el rostro de Ana, ése que nunca pudo ver. La farmacia está vacía. Entrega lo prescripto por el médico, pero antes lo alisa con sus manos. Lucía retoma su viaje al pasado, mientras espera que le entreguen el remedio.
‘’ ¿Qué será del Doctor Saavedra?’’, silenciosa se pregunta.

El hospital militar donde la llevan en carácter de presa es atendido por un dermatólogo que es especialista en lepra, el Dr. Saavedra. Alto y de nariz aguileña. Enzo, como todos los enfermos lo llaman, se siente cada vez más arrepentido de trabajar en el hospital. No por los pacientes que tiene que atender, pues en general sus padecimientos reafirman más su vocación; sino porque es difícil ver y callar las injusticias. Hay indicios en la piel de extrema violencia, pero a él, le está prohibido hablar.
--- ¿Otra enferma?-dice con un acento suave.
---Tiene lepra, doctor.
Lucía oye cerrar la puerta. Enzo desata la bolsa de tela que le cubre la cabeza y las cuerdas de las manos.
--- ¿Cómo te llamas?- pregunta.
Sólo ve una nube blanca. Se refriega los ojos, que siente quemar por la luz. Los párpados hinchados le hacen más difícil poder recuperar la visión.
---Lucía me llamo. ¿Dónde estoy?
---Acuéstate en la camilla- le dice, y se aproxima a examinarla.”¡Que horror!’’, piensa.
Coloca los guantes de látex en sus manos finas y avanza entre las ronchas escamosas, que se mezclan con el evidente maltrato. Se detiene en la axila derecha, observa un bulto que merece unos minutos de atención. Se quita los lentes, que tiene uno de sus cristales rayados, y mira a Lucía. La recíproca mirada de piedad de ella se cruza con la de él. Saavedra se conmueve.

Ya le es habitual ver desfilar personas con las mismas marcas y miradas de Lucía. Cuando se los traen, algunas palabras de reproche salen de sus labios. Un militar de cargo le hace una advertencia que Enzo toma muy en serio.
Llena la ficha y escribe ‘’Leprosis en estado precoz’’, y ordena un tratamiento.

Los oficiales dejan de molestarla, y el martirio de culpabilidad empieza a perseguirla. ‘’No debí abandonarlos’’, y recrimina los dos años que pasa en cautiverio. Piensa en sus compañeros de militancia, la tortura física que están soportando. A veces cruza sonrisas de complicidad con el Doctor Saavedra, pero nunca hablan.

La túnica blanca que se le aproxima le recuerda a él.
---La medicina está lista, dos aplicaciones por día – indica el farmacéutico. Dígale a su doctor que salió un remedio nuevo para su enfermedad.
---Le diré, gracias. Y emprende su viaje hacia la casa.

En el trayecto vuelve el recuerdo. La imagen de Agustín que está desaparecido pesa en aquella mentira.”¿Qué hicieron con él?”. Sacude la cabeza, quiere sacar de su mente lo vivido.

Algo está pendiente en la vida de Lucía. Algo que necesita realizar. Ansiosa de comunicarse con él, apresura el caminar. Abre la puerta de su casa y se dirige a concretar el llamado. En Canadá suena el teléfono y él intuye, sin saber por qué, esta llamada es importante. Enzo tuvo que pedir refugio político y vive en la ciudad de Toronto desde hace algún tiempo. Su encubrimiento peligroso lo llevó a esta situación. Nunca se arrepiente de lo hecho.

Lucia juega nerviosamente con el cable, hace garabatos con la lapicera en la libreta de anotar. El timbre suena insistente, al otro lado, alguien contesta.
---Hello –Ella reconoce la misma voz con acento suave. Sonríe al recordar al frustrado violador.
---¿Se encuentra el Dr.Saveedra?
--- Sí, él habla. ¿Con quién tengo el gusto?
---Lucía, doctor.

Enzo, del otro lado del teléfono sonríe con satisfacción. Recuerda la dermatosis crónica, en el cuerpo maltratado de la joven muchacha. Las miradas cómplices que cruzan, la psoriasis que cambia la vida de los dos.

Sunday, November 28, 2010

Bartolomé Hidalgo(24 de agosto de 1788 - 28 de noviembre de 1822)


Cielito Oriental

El portugués con afán
dicen que viene bufando;
saldrá con la suya cuando
veña o Rey Dom Sebastián.

Cielito, cielo que sí,
cielito locos estan;
ellos vienen reventando
¡quién sabe si volverán!

Dicen que vienen erguidos
y muy llenos de confianza;
veremos en esta danza
quiénes son los divertidos.

Cielito, cielo que sí,
cielo hermoso y halagüeño,
siempre ha sido el portugues
enemigo muy pequeño.

Ellos traen facas brillantes
espingardas muy lucidas
bigoteiras retorcidas
y burriqueiros bufantes.

Cielito, cielo que sí,
Portugueses no arriesguéis,
mirad que habéis de jugar,
y todo lo perderéis,

Vosso Principe Regente
nao é para conquistar,
nasceu só para falar ,
mais aqui ya he differente.

Cielito, cielo que sí,
fidalgos ya vos entendo:
de tus pataratas teys
todito el mundo lleno.

Vossa señora Carlota,
dando pábulo a su furia,
quiere fazeros injuria
de pensar que sois pelota.

Cielito, cielo que sí,
¿nao coñocéis majadeiros
que em as infelicidades
vosotros soios os primeiros?

¿Queréis perder vossa vida,
vossos filhos é mulheres,
e dehiyar vossos quehaceres
e á minina querida ?

Cielito, cielo que sí,
es inmutable verdad,
que todo se desconcierta
faltando la humanidad.

¿Que cosa pudo mediar
para fazeros sahir
e a nossas terras venir
con armas, a conquistar?

Cielito, cielo que sí,
con razaun ficais tremendo,
ya visteis fidalgos que
puco a puco vais morrendo.

Enviadle pronto a dezir
a vosso Príncipe Regente
que todos vais a morrer
e que nau le fica yente.

Cielito, cielo que sí,
cielito de Portugal,
vosso sepulcro vay ser
sem duvida, a Banda Oriental.

A Deus, á Deus faroleiros,
Portugueses mentecatos,
parentes dos maragatos,
insignes alcobiteiros.

Cielito, cielo que sí,
el Oriental va con bolas,
mirad, Portugueses que hay
otro D. Pedro Cebolas.

Wednesday, November 24, 2010

Esto me lo mando una querida amiga colombiana, Maria Isabel Rada, porque lo encontre realmente interesante, lo copio y pego.


El tiempo muerto
Por: Héctor Abad Faciolince

Tenemos tantas para matar el tiempo que ya nunca tenemos tiempos muertos.

Yo, como todos, me estoy enloqueciendo.

Yo no soy yo, como usted ya no es usted, o no es usted solamente. Somos nosotros, más las prótesis a las que vivimos conectados: aparaticos de bolsillo, objetos inalámbricos, pantallas titilantes, jueguitos, una lista infinita de personas on-line, como felinos al acecho, que interrumpen para lo más anodino, lo más importante o lo más fútil.

Es imposible pasar una hora (otros un minuto) sin controlar dónde está tal, por dónde viene aquel, quién ha escrito o no ha escrito, cómo sigue tal otra, con quién está tal cual. Todo se va convirtiendo en mensajes breves e instantáneos. Mis amigos ya no vienen a comer y a conversar a mi casa: vienen a revisar sus correos y a mandarse mensajes mientras fingen que su mente está conmigo. No, su mente está en todas partes, y una fracción está también aquí, pero en realidad tienen el cerebro dividido en gajos de atención, como si fuera una naranja, y a nadie le dan la fruta entera. No son ellos completos los que me están haciendo una visita o teniendo una conversación seria. ¿Cómo pueden chatear y chuparse una concha al mismo tiempo?

Cada vez noto más, cuando me llaman, que en vista de que estoy mirando al mismo tiempo la pantalla del computador, mi atención es flotante, no del todo presente en la situación, y a duras penas consigo entender lo que me están diciendo. Cada vez noto más, cuando yo llamo, que a mí también me prestan una atención distante, distraída, de cerebro dividido en varias funciones al tiempo. No hay concentración, no hay secuencias, hay saltos. Estamos rodeados por mareas de autistas hiperactivos y dispersos.

Ya no hay quien crea que alguien está hablando solo o está loco cuando va por la calle hablándole al viento: no, está hablando con alguien a través de un micrófono inalámbrico y un audífono invisible. Ya no hay nefelibatas, ya nadie vive en las nubes: todos están conectados a algo o a alguien todo el tiempo: pasan trotadores conectados al i-pod, no dejan de chatear o de mandarse sms. Antes había casos, cuando el avión aterrizaba, de unos pocos adictos que corrían a fumarse un cigarrillo; ahora nadie parece adicto porque todos lo somos: lo primero que hacemos cuando el avión toca tierra es prender el teléfono. Y hasta hay idiotas que gritan en la cabina: “recuerde que esto que le estoy diciendo es muy delicado y muy confidencial”, pero lo esparcen a los cuatro vientos.

Al montarme al carro pienso en las llamadas que haré para no perder tiempo mientras esté en semáforos largos o en embotellamientos de tráfico. No hay tiempo muerto, no hay un instante para estar ensimismado, para mirar el paisaje, para recoger los pedazos del alma, para armar el rompecabezas de las ocurrencias, para rumiar una frase que se quiere escribir, para pensar en algo que se oyó o que se nos ocurrió, en suma, para aclarar las ideas.

Me atormenta la vida el hecho de pasar el día entero frente a una pantalla (ya muchas menos horas del día las paso frente a las páginas de un libro o frente a la contemplación sedosa y sedentaria de un árbol, un lago o una montaña) salpicando entre temas, con una atención dispersa. Hay quienes dicen que si el cerebro no descansa con una pausa en los estímulos, poco se aprende. Todos parecemos muchachos con déficit de atención: saltando de una cosa a otra, saltando aquí y allá, enloquecidos. Si alguien mete las patas ya no se da un codazo: se manda un mensajito por el Blackberry.

La televisión ya es un mueble viejo: a nadie se le ocurre pasar el tiempo concentrado en un programa. Comparada con las nuevas tecnologías, la televisión parece tan anticuada como un libro encuadernado en pergamino. ¿Qué es una telenovela, comparada con la telenovela real de Facebook? Ya no hacemos casi nada porque nos pasamos el tiempo haciéndolo todo al mismo tiempo.

Ya no estamos aquí porque nos la pasamos conectados a otra parte.

Friday, November 19, 2010

Saque al mar.-(vea el video, click aqui)


Un pedido de solidaridad que me toca muy a fondo, como hombre del interior me puedo relacionar muy bien con el sentir de estos niños.

Este año, se busca repetir la experiencia, pero los fondos son pocos y los lugares para conseguirlos, cada vez son menos, esta carta de pedido me llego hace un ratito y la pongo a consideración de Uds., les parece que podremos hacer algo para que el grupo de Saque al mar siga brindando esta alegría a los niños del interior.

El programa nació por idea e iniciativa de Marciano Duran, el todavía sigue involucrado, pero por sus obligaciones en la intendencia de Maldonado,se llevara a cabo bajo la batuta de Fernando Giordano Foligno, otro floridense de ley y reconocido por su trabajo comunitario.

Por favor ver el video, pensar, y si ven que podemos apoyar en algo, llamarme al 416-315-6232 o me mandan un email a jpintos@trebnet.com

Gracias.
El Tordillo


Florida, 19 de noviembre de 2010
Sres. de grupo Toronto de apoyo a las Escuelas Rurales
Presente:

Quien suscribe integrante de la coordinación del Programa SAQUE AL MAR, iniciado en diciembre de 2009, enero y febrero de 2010, que implica llevar a conocer niños al mar a Punta del Este y todos sus atractivos turísticos, llevamos 242 niños de contextos sociales muy vulnerables, de Florida e interior profundo de Florida, Molles de Timote, Tala de Castro, Polanco del Yi, entre otros, junto al Centro Jacobo Zibil de Florida, Centros Juveniles de INAU, Clubes de niños que comprenden los barrios Terrazas del Prado Español y Sitio Pintado, Caif de Sarandí Grande y todas las Escuelas del Sistema comunitario de Florida (zonas muy vulnerables socialmente), por la presente desea comunicarles que tenemos pensado reeditar a partir del 20 de diciembre del presente año y hasta el 18 de febrero de 2011, esta experiencia maravillosa.-

En tal sentido acudimos a Uds. para solicitarles la colaboración de U$S 1500,oo para financiar la reedición del SAQUE AL MAR del 2010 y 2011 y poder así cumplir el sueño esta vez de unos 250 niños comprendidos en las ciudades de Florida, Cerro Largo, Colonia, en sus respectivos interiores profundos poblacionales.-

Adjunto itinerarios de paseos a realizar.-

Esperando una respuesta a nuestra solicitud, en la medida de vuestras posibilidades, saluda a Uds. muy atte.,

por la Organización: Fernando Giordano Foligno fgiordano80@hotmail.com
C.I. 3.112.841-9



PROGRAMA SAQUE AL MAR 2010-2011

¿Qué es saque al mar?

Saque al mar es una maravillosa experiencia que tiene como objetivo principal hacer conocer el mar a niños de bajos recursos económicos y muy vulnerables socialmente de Florida y de todo el País. A aquellos hijos de este mundo que no saben que más allá de unos cuantos quilómetros de sus respectivos lugares de donde provienen, existe una cantidad infinita de agua, llamada mar, pero a la cual difícilmente conocerán, salvo por estos medios, o a lo mejor cuando sean grandes lo conocen, pero porque van a trabajar y difícilmente a pasear.- Un vehículo deportivo los lleva, el tenis de mesa con la integración socio-educo-deportiva que ello apareja de ahi el nombre del Programa SAQUE AL MAR.- Descubren que además del mar existen hermosos paseos y lugares que nunca imaginaron que existían.-

Que más les puedo contar, solo en vuestra imaginación con solo esta primera definición uds. podrán imaginar el resto.-

Gurises que cuando pisan el mar dicen "pa que asco el agua no es dulce, es salada", o algún otro por ahí dice "¿y cómo sube sola esta escalera? refiriéndose la escalera mecánica del Hotel Conrad, o cuando entran al Museo del Mar y ven los lobos embalsamados y preguntan ¿pero este no es mismo que vimos hace un rato, desde la lancha paseando por la bahía del Puerto?

Se que vuestras imaginaciones les responderán el resto de las sensaciones que experimentamos cuando los llevamos por todos esos lugares a estos divinos "bajitos" que no tienen todo lo que quieren, pero aman todo lo que tienen".-


ITINERARIOS DE SAQUE AL MAR

Hora 8 de la mañana llegan al Puerto de Punta del Este, los esperamos, los llevamos a desayunar al más lujoso de los café de Punta del Este, luego de ahi, nos aprontamos para pasear en lancha por la bahía e ir hasta la Isla, luego regresamos y les mostramos donde se juntan el Río de la Plata con el Océano Atlántico, después cerca del medio día llega la hora de un opíporo almuerzo, para luego de la sobre mesa, seguir al Museo del Mar, ir a Piriápolis a subirnos en las Aerosillas, al Cerro San Antonio, volvemos a Punta, visitamos Casa Pueblo, y nos aprestamos a eso de las 17 horas, donde el sol no "pica" tanto a conocer el mar, toman carrera, lo miran de reojo, y ahí los filma el periodista Eduardo Batista de Canal 11 de Punta del Este, en el momento justo que pisan el mar y luego en el interminable regocijo que la playa ofrece, tutelados por el Cuerpo de Guardavidas de Maldonado que previamente estaban avisados, que llegarían.-

Luego llega la hora de la merienda pero en la playa, frutas, jugos, galletitas, alfajores y sus sonrisas hacen una tardecita preparadora del retorno muy especial hacia el campus para jugar un campeonato de tenis de mesa.-

Antes de partir a su ciudad o pueblo de origen, los llevamos a bañar y a aprontarse para algo también nunca visto, visitar el Shoping de Punta del Este, y ver una película infantil en tercera dimensión, ahi ya sus caritas ya bronceaditas, desparraman carcajadas por todos los costados.-

Luego ya preparamos el retorno, les obsequiamos regalitos y presentes de Punta del Este, se llevan un llavero con una imagen de Punta del Este y la foto del grupo.-

OBJETIVOS: Integración-socio-educo-deportiva-recreativa, con contextos sociales críticos de nuestra sociedad en Punta del Este.-


EN CASO DE LLUVIA: Se prevén actividades dentro de lugares como Museo del Mar, Campus de Maldonado, Shopping de Punta del Este, etc.


PROGRAMA SAQUE AL MAR 2010-2011



C. de I. No. 3.112.841-9
mail: fgiordano80@hotmail.com

Saque al mar.-

Wednesday, November 17, 2010

Chilcas y Chingolas. Siga la historia a traves de este link. (click aqui)

Parece que al final, se va a hacer realidad, ayer recibí una invitación del Intendente de Florida Sr. Carlos Enciso, para la firma del convenio con ANEP, para comenzar con la construcción de la escuela rural de Chilcas y Chingolas.

Esta escuela se incendio el año pasado, justo el mismo día que acá en Toronto, hacíamos el asado para recaudar fondos para las escuelas rurales, como hacemos año a año. Desde esa misma noche tratamos de colaborar para que los niños otra vez tuvieran un lugar donde estudiar, pero la cosa ha tenido más vueltas que perro para echarse.

Finalmente, ahora comenzara la construcción de la escuelita, el Sr. Carlos Enciso, me había asegurado públicamente, en un programa de CW33 La Nueva Radio de Florida, que iba a ocuparse lo antes posible del tema, y veo que el hombre lo tomo como una causa propia, le metió pecho hasta que saco el tema adelante.

Recalco que políticamente, soy del partido opositor al Sr. Intendente, por eso que mas valoro lo que ha hecho. Desde aquí en Toronto, hemos estado presente en cada foro o programa que hablo del tema, tratando de mantener la cuestión de la escuela viva y vigente, ayer fue inmensa la alegría que sentimos al recibir la noticia. Esto esta más allá de todas las politiquerías que se quieran encontrar, esto es un acto de compromiso con la educación rural… y no le busquen mas patas al gato.

Sr. Enciso, le damos las gracias por su esfuerzo, y en lo personal le aseguro que siempre estaré dispuesto a formar con Ud. , hombro a hombro en las filas de la solidaridad.

Juan Alberto Pintos
(El Tordillo)
Coordinador del Grupo Toronto de apoyo a las escuelas rurales.

Tuesday, November 16, 2010

Receta de Piron

Pirón.-

El otro día alguien que leyó sobre la leyenda de la mandioca, en este sitio, me escribió preguntándome si en Uruguay la usábamos. Por supuesto que sí, en nuestra campaña, por años fue el “llena panzas” más barato y preferido para alimentar a las tropas de cuartel, peones de estancia, familias grandes y pobres, y más de una “cumparsa” de esquiladores o grandes grupos de paisanos en tiempo de cosecha.

La fariña, es una versión de la harina de mandioca, que se muele más gruesa de lo que se usa en el resto de América, cada vez somos menos los que la comemos, pero todavía se le encuentra en alguna mesa de campo o en alguna cocina de estancia, después de la carneada de un buen y grasoso capón de consumo.

El producto final del preparado de la harina de mandioca o fariña, lo conocemos como “tumba” o “pirón”. Hay varias formas de prepararlo, inclusive he visto gente que lo hace vegetariano, usando solo caldo de vegetales. Para mi gusto, cuanto más grasoso mejor y más rico, les paso las dos versiones que más me gustan.

A la “Mi Padre”.-

El viejo Pintos, después que se había preparado tres o cuatro matambres, en la cocina del Tango Bar, los sacaba de la olla gigante que usaba, los ponía en la prensa y mientras hacía esto ya se les estaba haciendo agua la boca, porque sabía cuál sería el final destino del caldo grasoso y picantón que quedaba en la olla.

En un plato grande y hondo, ponía la fariña cruda, de a poco con un cucharon, le agregaba el caldo. Por supuesto que usaba la parte de arriba del caldo de la olla, el cual separaba en una ollita más pequeña y que ponía hervir al máximo de potencia. De a poco agregaba y con un tenedor pisaba la fariña para incorporar el liquido, así continuaba hasta que se formaba una pasta humeante con la consistencia de un puré, cuando toda la fariña seca se integraba a este puré, lo retocaba con un poquito de ají picante y otro toque de sal… y se sentaba radiante tenedor en mano a disfrutar su pirón con un buen vaso de vino tinto y raspón.

Mi pirón:

Por supuesto que también empieza con un caldo gordo y sabroso, preferiblemente hecho con pecho cruzado y unos buenos huesos con caracú.
Primero salto unas cebollas picadas bien chiquitas, hasta que quedan transparentes y al borde de empezar a caramelizarse (ponerse marrones), también le agrego unos tres o cuatro dientes de ajo, ahí directamente pongo dos tazas de fariña y mezclándola constantemente espero hasta que se tueste un poquito. A los dos o tres minutos le empiezo a agregar caldo caliente, de a poco, con cariño y con paciencia, siempre revolviendo, a medida que el caldo se va consumiendo, le sigo agregando hasta conseguir la misma consistencia que la de un puré. Un toque de ají o pimienta, una o dos cucharadas de queso rallado… y a la fuente.

Si tengo caracú, se lo pongo por arriba, plato hondo, tenedor, vaso de vino tinto y… pahh, me estoy babeando sobre el teclado.

El Tordillo

Friday, November 12, 2010

Los héroes regresaron en valijas.-

GANADORES DEL TALLER “CREACIÓN LITERARIA”, DE LA UNIVERSIDAD DE TORONTO
Revista Cañasanta
domingo, 31 de enero de 2010

El curso “Creación Literaria”, de la Universidad de Toronto, Canadá, se crea como un taller literario para el desarrollo y fortaleza de futuros aspirantes a la literatura (narrativa) en español y autores literarios residentes, en su mayoría, de ésta ciudad. Auspiciado por la Universidad de Toronto y dirigido por la escritora mejicana Martha Bátiz Zuk, el taller concluyó su espacio el pasado diciembre del 2009. Según las propias palabras de Martha, quien impartió el taller, se siente muy feliz con los resultados de este curso. Los estudiantes dicen que aprendieron mucho y que lo pasaron muy bien -tuvimos una atmósfera agradable, a pesar de severas críticas-, y en la School of Continuing Studies quedaron tan contentos con el resultado, que ya se abrió la continuación del curso (un nivel más avanzado: Creative Writing II in Spanish) para abril, y una repetición de esta versión para principiantes en el próximo septiembre. Esto es un gran logro para nuestra comunidad, pues garantiza una permanencia y presencia dentro de la institución con el prestigio que esto conlleva, amén de abrir un espacio para otras personas interesadas en el proceso creativo-literario en nuestra bella lengua.

La Revista Cañasanta, desde un principio, apoyó este proyecto de la profesora y escritora Martha Bátiz Zuk; y decidió ejercer como jurado para la selección de los cuentos ganadores -desde la propia valoración de la revista- y fuesen publicados en nuestro órgano electrónico. Nuestros amigos lectores pueden evaluar, de igual manera, con sus comentarios, los siguientes cuentos que, según su posición y resultado final, publicamos a continuación.

A. F. Gélico
Director

Primer Lugar:

Los héroes regresaron en valijas
Por Graciela Mantero -Hoy llegaron dos más- dice con voz baja y temblorosa, dirigiéndose a su padre.
Al llegar a la casa cansado de la jornada de trabajo, Ruperto se sienta en el sillón como dejándose caer. Y nuevamente vuelve a decir “volví a subir dos”. Gervasio, su padre, lo escucha en silencio, pero sabiendo el dolor que siente su hijo. Por lo general Ruperto disfruta de su trabajo, le gusta, y además tiene muchos amigos con los cuales pasa gratos momentos, haciéndole más llevadera su labor. No es la primera vez que los ve llegar. Ya es habitual verlos ahí. Pero cada día le resulta más dificil, y su dolor se va transformando en rabia, desesperación y resentimiento.

Ruperto es de perfil bajo, un muchacho de rostro ovalado de líneas armónicas y equilibradas. Cae un descuidado mechón de cabello castaño sobre su frente, y su sonrisa contagia confianza. Ruperto tiene cuerpo de atleta profesional, sus años de entrenamiento futbolístico lo mantienen en forma, a pesar de no practicarlo más.

- Hola hijo, otra vez te tocó a vos. No leí nada en los diarios.
-Ya saldrá la noticia. Bueno ya no es noticia. ¡Pobre gente! Si supieran cómo sus héroes llegan a su destino final, después de tantos honores. La mayoría son jóvenes y con familias e hijos a quienes criar. Bueno, mejor no hablar más. Ya fue bastante para el día de hoy.
-Trata de descansar un rato y olvídate, que no vas arreglar el mundo.

El padre, conocedor de lo sensible que es su hijo, trata de no tocar más el tema, para que él descanse tranquilo. Gervasio no es inconmovible. Los años le han dado esa coraza para resistir con más fuerza los golpes sentimentales; aunque muy racional en sus conceptos, de tanto en tanto asoma esa debilidad que tiene todo humano. Ruperto, sentado, se saca las botas y las tira a un costado, estirándose hacia atrás desabrocha el pantalón verde del uniforme, logra sacárselo, y se acomoda en el sillón e intenta dejarse llevar por el sueño, que le resulta imposible conciliar.

La sonrisa que a veces deja escapar en su trabajo, es apenas una mueca disimulada de alegría. Él no es el mismo desde que carga esas cajas. Sus amigos tampoco. Algunos han perdido las ganas de hacer chistes burlones a sus compañeros canadienses. Los llaman canacas fallados, les han enseñado a tomar mate, típica bebida de los países a los cuales ellos pertenecen. La mayoría son argentinos, uruguayos y chilenos, que se complementan muy bien a la hora de los apodos y comentarios jocosos, pero éstos desaparecen ante la imagen desoladora que, cada vez con mayor frecuencia, se presenta ante sus miradas.

Su padre coloca debajo de su cabeza una almohada, como si ésta pudiera ayudarle a conciliar el sueño a su hijo. Gervasio apaga la luz y se retira. El reloj que está en la pared sigue palpitando segundo por segundo. Las gardenias perfuman el ambiente y parecen traerle más aún el recuerdo de esas dos banderas, que inmóviles, vestían el regreso final. Aquellas flores eran las preferidas de su abuela, que había muerto hace dos años. Su abuela tenía la costumbre que todos los días veintiséis de cada mes, fecha de fallecido su esposo, colocaba una gardenia en un florero al lado de la foto de él. Las agujas siguen marcando rítmicamente el tiempo que no fue y que injustamente perdieron. Ruperto trata de olvidar, pero no puede. Vienen a su mente mil cosas juntas, y con su imaginación trata de armar un rompecabezas formado con pasajes de una corta vida. “¿Tendrán hijos?”, se pregunta.

Esas dos cajas embanderadas se sienten ligeras como plumas comparadas con el peso emocional que los abruma a él y a sus compañeros de trabajo al tener que cargarlas.

En la oscuridad del living, una puerta entreabierta gime y pinta con sombras el rostro triste de Ruperto. “De qué sirve, les mienten, les hacen creer que son los salvadores y van a parar a un sucio matadero sin sentido. Ahora se encuentran ahí, condecorados en sus cajas de madera lustrada con manijas de bronce’’.

Pasan las horas, y cada una de ellas parece tener el doble de minutos. El reloj marca las siete. Se levanta sin haber podido dormir. Se dirige al baño, moja su cara con agua fría. Se mira en el espejo y observa los rastros de su mala noche debajo de sus ojos melancólicos. El reflejo de su rostro le hace pensar y agradece a la vida el regalo de estar vivo y compartiendo junto a los seres queridos cada minuto de su existencia. Sin hacer ruido, va a la cocina, prende la cafetera y se prepara un café. Echa tres cucharaditas de azúcar como queriendo endulzar los amargos fantasmas de la noche. Mientras lo toma despacio y en un profundo silencio, solamente roto por los golpes que produce la cuchara de metal en el borde de la taza de porcelana, estira la mano y toma el periódico que le ha dejado su padre sobre la mesa. Lo mira, lee las noticias que van apareciendo en los titulares.

El alza del petróleo en primera plana y el efecto dominó de la economía mundial resaltan en la portada. Sigue pasando páginas y, en la carilla seis, encuentra la foto de dos jóvenes soldados canadienses muertos en combate perdidos entre las hojas del periódico como queriendo volver a la vida. Están ahí los rostros y los detalles visibles de sus vidas. Uno de ellos, tal como lo había visto Ruperto en su rompecabezas imaginario, deja dos hijos - de cuatro y ocho años-, vivía en Alberta en una ciudad pequeña. El otro tan sólo tenía veintiséis recién cumplidos, no tenía hijos y vivía en Calgary. “Ellos ya no sienten’’, piensa Ruperto, y se levanta moviendo la cabeza. Una convulsión de sentimientos de angustia se apodera de él, pensando en los pequeños que no volverán a ver más a su padre, y la imagen de la madre que, desconsolada, llorará aferrada al recuerdo de su hijo.

Una lágrima contenida se le escapa de los ojos, surca el rostro y moja el labio de Ruperto. Se seca con la mano el gusto salado de la desolación. Deja a un costado la taza de café que no termina, y que aún despide humo caliente, se pone el uniforme verde de la aerolínea para la cual trabaja, calza las botas gastadas que había dejado al costado del sillón, y se dirige al aeropuerto. Su auto está frío, igual que los dos cadáveres que yacen en los ataúdes que fueron rumbo a Alberta en un avión comercial. Ruperto hoy desea cargar solamente valijas en los aviones.


Graciela Mantero.

Thursday, November 11, 2010

Historias cortitas.-Troperos


Troperos.-

¿Tata, cuando vamos a llegar a las casas?

“Si todo sigue así y podemos cruzar la tropa por el bajo del Tornero, antes de que llegue la creciente y nos corte el paso, creo que para el martes dormimos en el rancho y comemos un guiso de tu madre”

“Mire Tata que hace cuatro días que salimos de lo de Don Pedro y usted le dijo que en seis días entregaba la tropa en Berrondo”

“M’ijo, los tiempos del tropero y sus animales, no son los mismos que los de la gente que duerme en estancias y toma mate alrededor del fogón techado, usted ha visto que desde que salimos, el viento nos ha castigado, la lluvia no ha escampado, los animales se pegan en los barrizales, hemos tenido que buscarle la vuelta a los pasos, ya que el agua en todos lados está más arriba de donde por costumbre dormimos. El que está en el pueblo o en la estancia, ya está tomando mate y asando el capón, mientras que nosotros no tenemos todavía resguardo o brete donde dejar los bichos, su poncho ya pesa más que usted, esta calado por la lluvia, no se preocupe por las horas y los días, ya vamos a llegar cuando Tatadiós disponga.

Los días del tropero son hechos con los caprichos del tiempo, días cortos pero con muchas leguas avanzadas, cuando el sol radiante invita a atar los abrigos en los tientos del recado, cuando la brisa acaricia la cara y hace que el tropero silbando un estilo, simplemente siga a los animales que pastando y al tranco se comen las distancias. Cuando a la tardecita uno se baja del caballo, contento, junta unas ramitas, mientras toma mate chamusca un churrasco a la llama y después de comer, se tiende boca arriba a mirar el cielo límpido y a contar estrellas. En esas noches tranquilas en que ni brete se precisa, porque hasta los animales están disfrutando el descanso, es cuando es lindo ser tropero.

Pero también están los días como los últimos que hemos tenido, donde la humedad, por arriba y por abajo, llega hasta la verija, donde los bichos asustados ni siquiera quieren parar, donde los bretes que siempre usamos están tapados por la creciente, cuando la cena es un pedazo de charque salado masticado mientras se hace rodeo para que los animales no se desperdiguen, cuando un jarro de agua nos lava la amargura del día.

Esos son los días, en que se debe acordar de los otros que hablábamos antes, de esa manera hasta en los peores momentos, usted va tener un buen día. Vea usted m’hijo, que somos pocos los que vamos quedando, que pueden disfrutar de horizontes con soles brillantes, de noches con refucilos que nos marcan el camino, que desde el caballo disfrutan del canto de la perdiz, el trote del avestruz, el vuelo gracioso de las aves de rapiña, el mugido de animales que desde atrás de los alambrados piden para unirse a nuestra caravana. De asados comidos a la sombra de un monte de eucaliptus, de mojarse las patas sentado en las piedras de un arroyo, de siestas bajo un ombú frondoso, de cosechar dulces macachines mientras la tropa descansa… de ser libre.

Por eso no se preocupe m’ijo por los tiempos de los simples patrones de estancia, nosotros vamos a hacer nuestro trabajo bien y al paso que Tatadiós disponga, disfrute conmigo, mire ya ni llueve, y esa medialuna que está apareciendo me parece que quiere que empecemos a prender el fuego, es capaz que hasta nos muestra unas estrellas para calentar el alma mientras se secan los ponchos…

Ya vamos a llegar”.

El Tordillo

Wednesday, November 10, 2010

Carta abierta a Claudio Brum.-
Estimado Yo_:

Por mucho tiempo nos mantuvimos informados, sorprendidos, enojados, calientes, inspirados y muy curiosos, con tu sitio, al cual renunciaste hace tiempo.

Nunca fuiste el más querido ni el más odiado de los que nos reunimos cibernéticamente en este círculo que generalmente tiene como punto central a la gente de http://floridaonline.com.uy/, pero sí, siempre fuiste el punto de la discordia para muchos, de la simpatía para otros, pero nunca de la indiferencia.

Por eso es que te intimo públicamente a que nos vuelvas a dedicar algo de tu tiempo y revivas http://yoclaudioenlared.blogspot.com , somos muchos los que nos deleitábamos con tu sentido del humor y tu manejo de la ironía.

El Tordillo

Tuesday, November 9, 2010

MUCHAS GRACIAS.-

Indudablemente vivimos el tiempo del acercamiento, nunca antes me había dado cuenta de todos los beneficios que nos brinda el mundo de la internet.

Ayer festejaba mi cumpleaños, como lo he hecho por 62 años, tranquilo, en casa, rodeado por algunos amigos y la familia, un día normal con algunas llamadas extras que me llegaban al teléfono, por costumbre en ese día no voy a trabajar y me quedo en casa ronceando y cocinando, porque sé que siempre alguien llega a darme un beso y me gusta esperarlos con algo sobre la mesa.

La gran sorpresa fue cuando me senté frente a la computadora a ver mi correo, la cantidad enorme de mensajes de buenos augurios fue impresionante, por Facebook, por email directo, por teléfono, tarjetas y canciones.

Familiares y amigos de todos los rincones del mundo, habían pensado en mí, la verdad que es la primera vez que recibo tanto mensaje personal. Primos, sobrinos, familiares en general, amigos de siempre y amigos de paso, de esos que uno encuentra a la vera del camino de la vida, me escribían desde lugares que me obligaron a sacar mi libro de mapas, para con un marcador hacer un redondel en cada sitio desde donde me llegaban saludos.

En deducción el cumpleaños del Tordillo entro a globalizarse, la internet como nunca antes nos lleva en sus alas a lugares impensados y nos devuelve a nuestro hogar con una sonrisa y la alegría de que alguien, a la distancia se acuerda de uno.

Que linda sensación.

A todos los que mandaron saludos…MUCHAS GRACIAS,a todos los que se sentaron a mi mesa desde la distancia o los que físicamente se tomaron un vinito conmigo, MUCHAS GRACIAS fue un hermoso día.

Ya casi estoy deseando que llegue el 63.-

El Tordillo

Sunday, November 7, 2010

Florencio Sánchez (Montevideo, 17 de enero de 1875 - Milán, Italia, 7 de noviembre de 1910).(CLICK AQUI)


En este sitio de internet, se puede leer o bajar directamente gran cantidad, sino toda la obra de, dramaturgo uruguayo.
Personalmente, tengo varios tomos de lo que escribió, pero aquí, me parece que no falta nada, un espacio a guardar para leer y releer.

http://es.wikisource.org/wiki/Florencio_S%C3%A1nchez

Wednesday, November 3, 2010

Pelusa de cardo.

“Uno aquí, otro allá, por las estancias,
pelusa e’ cardo que esparrama el viento,…”




Carmencita y Nancy en unas islas en el medio del mar y al borde del desierto.

Los hijos e hijas del tío Tola, por allá abajo, en la isla continente.

Gladys y sus hijos, en tierra castellana, cerca de Madrid y lejos de todos.


Carlitos y su prole, tomando agua sagrada en el Querétaro milagroso.

Ulises, se llevo su música a otra parte, el pentagrama de su vida se llena de notas en tierras extrañas.


Daniel en el norte, tan cerca y a la vez tan lejos.

Alberto al norte del gigante sin corazón y al sur del destierro absoluto.

Esto es simplemente en una familia, la mía, primos, sobrinos, tíos… desparramados por el ancho y largo del mundo, todos por una razón u otra dejamos el refugio de nuestro querido Uruguay y salimos a trotar distancias y fronteras, buscando mejores posibilidades o rastreando sueños. Cargamos nuestros bolsos, empaquetamos los recuerdos, y en vez de llegar en cigueñas, fuimos paridos en otras tierras, hijos de aviones, barcos o trenes.

Somos todos productos de una época de nuestra tierra, que nos cerraba puertas adentro y las teníamos que abrir para afuera. Muchos de los que salimos nunca volveremos, otros ya no están… entre nosotros nos perdimos los rastros, comenzamos de a poco a perder nuestra identidad de patria, de familia, de lugar.


Nuestros hijos nos empezaron a hablar en otros idiomas o con acentos diferentes a los nuestros, nuestras nueras y yernos hacen un esfuerzo, o no, para entender nuestra lengua, nuestro acento, nuestras costumbres.

Nosotros levantamos con las manos banderas de otros países, cantamos himnos que no nos pertenecen, con la mente flameamos la celeste y tarareamos “sabremos cumplir, sabremos cumplir”, mientras comemos una paella, soñamos con milanesas, saboreamos con el pensamiento una mulita asada o un guiso de arroz con perdices, mientras recorremos las grandes extensiones de pinos norteños, podemos sentir a lo lejos el aroma de un monte de eucaliptos.

Entramos a la internet y nos encontramos con familiares de los que hacia años no sabíamos nada e intercambiamos fotos de otros tiempos y otros lugares, nos conocemos sin conocernos, nos queremos sin vernos, nos visitamos sin trasladarnos.

Somos los hijos de un Uruguay lejano, al que dejamos porque creímos que nos abandono, somos fruto de distancias y semillas de nostalgia, nos vamos quedando sin padres, vamos perdiendo la esperanza del retorno, pasamos de ser orientales a ser por y para siempre emigrantes, como dijo Serafín J. García…

"Uno aquí, otro allá, por las estancias,

pelusa’e cardo que esparrama el viento,

esos hijos sin padre se te quedan,

mientras vos ves gastarse tu deseo

de ajuntarlos un día en un rancho,

con sol alegre y nuevo."




El Tordillo

Sunday, October 31, 2010

Halloween.-

La fiesta de Halloween debe ser una de las que yo disfruto mas, en mi barrio la gente decora las casas, al llegar la tardecita, la gurisada sale en pleno a golpear puertas y a llenar sus bolsas con golosinas, grandes y chicos se disfrazan y por dos o tres horas es un desfile continuo de niños y padres que los acompañan.
En mi casa también decoramos un poco y gozamos con la cantidad de gurises que nos visitan, el broche final es siempre la llegada de Lara y Malena, que también hacen su recorrida por el barrio. Les dejo algunas fotos sacadas hace un rato.








Saturday, October 30, 2010

Los negativos.-


La fuerza de lo negativo es muchas veces más grande que las ganas de hacer las cosas bien, es increíble pero muchas veces el impulso de gente bien inspirada, se siente aminorado o truncado por los contras de siempre.

Esta semana, llame por teléfono a un amigo que por años, ha puesto un esfuerzo muy grande para mantener al día y vigente un sitio web, que ha sido un referente para floridenses, fuera y dentro del país. Al ver que el sitio a veces pasaba días sin renovarse, entre a preguntarme si habría algún problema de salud que lo estuviera afectando, eso fue lo que me hizo levantar el teléfono para comunicarme directamente con él.

“Mira, Tordillo, lo que pasa es que me estoy dedicando un poco más a mí y a la familia, a hacer las cosas que hace años que no hago por prestarle tanta atención al sitio, me acostumbre a pasar horas todos los días frente a la computadora, para mantener algo vigente y coherente, pero con el paso del tiempo veo más, que son muchos más los que critican que los que apoyan, y eso a la larga te cansa y te vence.”

Es increíble, pero es así, aquellos que generalmente no hacen nada, o nunca tuvieron una idea propia que llevaron a la práctica, son los que más entorpecen la marcha. Son los que critican, los que ponen palos en las ruedas, los que siempre saben encontrar las deficiencias, pero nunca tienen sugerencias que sirvan para mejorar o progresar.

Los avisadores cada vez son menos, pero los gastos para mantener un sitio web, con pretensiones de ser bueno y eficiente, cada vez son más, los que a veces pasábamos por “la chanchita”, para dejar un óbolo que aunque fuera pequeño siempre ayuda, ahora nos hacemos los “chanchos rengos”. Eso lleva a cualquiera a pensar que su tarea no es importante, que el esfuerzo y el tiempo que se le roba a la familia y a los amigos, puede ser mejor utilizado.

En realidad son los negativos los que cansan, pero los otros, los que dejamos que las cosas rueden y no nos preocupamos por dar una palabra de aliento, o el apoyo económico que dejamos de brindar por creer que todo está bien, somos tan culpables como los primeros.

Me hace acordar de una frase que aparece en un poema de Tabaré Etcheverry que dice:

“No fueron los asesinos, fuimos nosotros, que lo dejamos morir por ser tan pocos”.

El Tordillo

Friday, October 29, 2010

La muerte del ex presidente argentino, Néstor Kirchner, me da sensaciones de muchos tipos. Por un lado me da la tristeza por la desaparición física de un ser humano, también siento la desaparición de alguien que fue catalogado como un militante político con las mismas raíces de las que yo vengo, un hombre de izquierda que aparentemente lucho siempre por el bien del pueblo. Esto yo no lo puedo juzgar porque no conozco a fondo la vida y trayectoria del hombre político, principalmente porque nunca seguí muy de cerca la política argentina.

Por el otro lado, yo vi a Kirchner, como un enemigo del Uruguay, un hombre que siempre que tuvo la oportunidad, trato de sacarse boleto y ganar votos, oponiéndose a todas las propuesta que le venían del Uruguay y principalmente creo que fue el catalítico que acelero el proceso de deterioro de relaciones en cuanto a todo el problema con la instalación de Botnia, todo el tema de las pasteras y la consecuente clausura y cierre de los puentes fronterizos.

Hasta hace pocos días, cuando las aguas ya se presentaban mas calmas, cuando poco a poco parecía que se podía volver a la normalidad, y después de que chantajeo al gobierno uruguayo, para que lo aprobaran para la presidencia de la Unasur, este señor, vuelve al tema de que la causa de Gualeguaychu, tenía que seguir en el tapete y nuevamente proclama que se debe tomar como causa nacional.

Es decir que nunca se gano mi simpatía, su muerte me hace recordar de la reacción que tuvo un señor, cuando le decían que su suegra, a la que no le tenía mucha simpatía, se había desplomado por un precipicio en el Mercedes Benz descapotable, recién comprado, que él le había prestado a regañadientes.

Réquiem in pace… quizás ahora comience una nueva era en las relaciones entre Uruguay y Argentina.

Tuesday, October 26, 2010



Hoy, a eso de las 5 y media de la tarde, escuchaba en la radio que las lluvias intensas que se esperaban por las próximas 24 horas y los fuertes vientos huracanados, presagiaban el último día para los colores otoñales, ya que para mañana ya serian historia y llegaría la hora de empezar a rastrillar los jardines.

Lo primero que se me ocurrió fue salir al porche de mi casa y después a la puerta del fondo, para sacar la última foto con esos ocres, amarillos, rojos y violetas que tanto me gustan, especialmente cuando están rodeados con el verde oscuro de los cedros y los pinos.

Monday, October 25, 2010

A todos los que me mandaron mensajes sobre lo que escribí sobre El Sabalero, les quiero decir que a pesar de que quizás haya dado la impresión de que éramos grandes amigos, no era así.

Como bien lo dije, nuestros caminos se cruzaron varias veces en más de cuarenta años, tuvimos muchos encuentros y muchas charlas, pero el ponerle el sello de “amigo” creo que va mas allá de la realidad. Nuestros caminos eran totalmente diferentes, nuestra sensibilidad también, lo que nos unía era un amor por las cosas nuestras, además de que siempre de una forma u otra siempre estuve vinculado con sus contrataciones en Canadá.

La razón por la que yo siempre admire como era, fue que nunca lo vi de mal humor, jamás se quejo de lo que encontraba cuando llegaba, jamás se negó a brindar un poco más, no a los empresarios, sino que a su público, a su gente, que lo seguía en todas sus visitas como si llegara un miembro de la familia.

No, no puedo decir que él me contara entre sus amigos, pero si puedo decir que me trataba como si así fuera. Por eso siento que su partida me toca tan a fondo, porque si hubiera tenido la oportunidad, me hubiera gustado ser su amigo.

A Néstor Vaz, el eximio bandoneonista floridense, a Jose Negrette que tan sentidamente leyó mi artículo en su programa de radio, a Claudio Brum que me escribió dos o tres veces sobre el tema, a Cocona, mi querida amiga del alma, a todos los que se tomaron su tiempo para compartir conmigo un poco de ese dolor, les doy las gracias y un fuerte abrazo, porque ustedes también celebraron su vida al saludar su muerte.

El Tordillo

Thursday, October 21, 2010

El Sabalero.-


Jose Maria Carbajal Pruzzo.
El Sabalero.
1943-2010.-

Alrededor de 1967, “sentados al cordón de la vereda” frente a una pensión por Rio Negro y Galicia, hablábamos de las historias de dos ratones de campo que trataban de abrirse camino en la vida de la gran ciudad, seguimos cruzándonos en peñas y bolichones, por mediados del 70, los dos lejos de “las casas”, comimos asados en Canadá, tomamos vinos en Connecticut y en Nueva York.

En los 80, cada vez que el venia para el norte, destapábamos una damajuana de memorias y cortábamos la carne de los recuerdos, los cuentos, las nostalgias, las distancias. Comimos bajo el peral en el fondo de mi casa, el cantaba y contaba, los demás escuchábamos, poseídos por esa voz llena de tonos nuevos o repetidos pero queridos.

En los 90, nos regocijo varias veces en Toronto con su bohemia y su creatividad, viajamos en un camión de mudanzas desde Nueva York a Toronto con todo su grupo amontonado en la caja del camión. En sus ansias de llevar su música a todos lados, no encontraba obstáculo que no pudiera salvar, sabia viajar en primera clase o en burro, la cuestión era llegar al escenario.

Nos encontramos en Montevideo algunas veces y otras en ciudades y pueblos del interior, lo visite en “La Cantolina” y también chocamos vasos en el Templo del Whisky. Siempre que lo encontraba me abrazaba y saludaba con una alegría que me levantaba el espíritu.

Para mí, fue siempre un gran poeta, un bohemio, un enamorado de todo lo nuestro, que ya fuera en México, Francia o en su apartamento junto a los canales en Ámsterdam, parecía siempre estar cerca de “Villa Pancha”.

Anoche, enfundo la guitarra por última vez, apago las luces de “La Cantolina”, le puso alas al águila, que hasta ese momento era de cemento y se voló a un mundo con otras melodías para descubrir.

A la distancia, en la casa del Tordillo, hoy se levantara un “vaso e’tinto”, y con el sabor de la madre uva y el salobre de una lagrima sobre los labios, brindaremos por cuarenta años de encuentros y memorias.

¡ Salud, José, hasta la próxima copa y la próxima canción!.

Monday, October 18, 2010

¿Y ellos?

Ya han pasado varios días desde el rescate de los mineros en Chile, la larga y laboriosa tarea de rescate, se llevo a cabo con mucho éxito y con una cantidad enorme de verborragia mediática.

Por un lado los políticos se golpeaban el pecho, humedecían sus ojos con lágrimas de cocodrilo, lágrimas que no se han visto en los políticos cuando hacen la vista gorda a la explotación de la que son victima los mineros en todo el mundo. Ninguno de esos que veíamos delante de las cámaras se para con la misma confianza y autoridad, delante de los encargados de las compañías mineras, para exigir mejores condiciones de trabajo y de vida para los sacrificados trabajadores de las profundidades.

Todos los minutos fueron aprovechados al máximo para hacernos creer que ellos estaban realmente dedicados a la causa minera, cuando en realidad la preocupación es por no perder lo poco que dejan al país, esas grandes multinacionales de cabezas invisibles y corazones de madera.

Pero más allá de la pornografía del dolor con la que fuimos bombardeados por 70 y pico de días, ¿que queda en limpio de todo esto?

En lo personal, yo también me sentí profundamente movido por esos 33 hombres, es más, me llevo a pensar día a día, de que tiene que haber otra forma menos riesgosa, aunque no sea tan redituable, de extraer esos recursos naturales, si se tiene la tecnología para extraer a esos hombres de las profundidades, también debe existir tecnología que haga menos peligrosa la intervención humana.

Declaro que soy unas de esas personas que sufren de claustrofobia, por lo tanto para mí el ver esas imágenes desde el interior de la mina, me trastornaban tanto que cuando ponía la televisión para ver el progreso, subía el sonido e ignoraba la imagen.

Me preocupa sobremanera de cómo iba a salir el último de los rescatistas, ya que no habría nadie para asegurarlo a la capsula o cerrar su puerta, dentro de mi mente se repetía la imagen de una sola persona luchando por encontrar la forma de volver a la superficie. Todo se realizo con éxito y mis temores se disiparon por un momento.

Desde el día del rescate, me cuesta dormir, me despierto en medio de pesadillas donde las paredes de la mina atrapan y me evitan llegar a la capsula, las luces se comienzan a apagar, los micrófonos y las cámaras están fuera de alcance, los políticos están ya celebrando con champagne francés, la cantidad de exposición que lograron, grito y pataleo para que me vuelvan a prestar atención, me levanto de un salto, para mí todo vuelve a la normalidad porque en la vida real no tengo que bajar a la mina a diario.

Pero, que pasa o pasara con los cientos de miles de mineros alrededor del mundo, con la tarea de volver continuamente a las entrañas de la tierra para sacar de ella un magro sustento para sus familias, esos que viven en la pesadilla real y constante, donde los políticos, las cámaras y los empresarios le dan la espalda… mientras estén vivos y produciendo.

Yo tuve y tengo pesadillas… ¿Y ellos?



Escultor: Enrico Butti (Italia) Obra: Il Minatore (El Minero)
Homenajeado: Juan Nicola
Cementerio Central Primer cuerpo n° 198

Thursday, October 14, 2010

Otoño.-

Los colores del otoño de han instalado en forma definitiva y en una o dos semanas desaparecerán como por arte de magia. Es la magia de la naturaleza que nos cambia las formas en que se muestra y nos maravilla con sus cambios.

Esta semana aproveche a hacer mi paseo anual con mi nieta a ver los arboles transformados en casi antorchas coloridas, las calabazas pequeñas o gigantes con sus colores majestuosos, las hojas que crujen bajos nuestros pies, el aire frio que pega en la cara pero no lastima, en resumen una de las mejores épocas del año para visitar los bosques o recorrer los caminos, lejos de la ciudad.

Los dejo con unas fotos de mi esposa Titina y yo, disfrutando de nuestra nieta Lara y de las cosas lindas de la época.












Sunday, October 10, 2010

Osiris Rodriguez Castillo 1925-1996.- (click aqui)


Producto de una familia especialmente interesada por la cultura, la música en general y la educación de sus hijos en particular, y con un interés primordial por la historia, la historia del arte, la lingüística y la literatura, tempranamente se interesó por las raíces de la música autóctona. Siendo un niño, su familia se trasladaría a Sarandí del Yí (Durazno), donde pasaría su infancia, y más tarde a Florida, donde cursaría los primeros años de sus estudios secundarios que luego continuaría en el Liceo Francés de Montevideo, pero que nunca terminaría. Curioso y ávido de experimentar la vida, durante su juventud llevó una vida casi nómade recorriendo lugares y experimentando vivencias que fueron la médula de su obra...
(continua,click en el titulo)