Un lugar donde un hombre de Florida (Uruguay), la capital de la Piedra Alta, cuenta de todo un poco, sobre su pueblo, su vida, sus viajes, su familia y más que nada, sobre su Florida natal. Tambien mucho sobre mi querido Camino de Santiago.



Saturday, May 9, 2009

Estamos lejos, pero vivos.-

Ayer de noche llego a la sede del Club Uruguay de Toronto, convocado para una reunión de la comisión de cultura de la institución. Para mi satisfacción, me encontré con que la cultura uruguaya sigue latente en ese pequeño reducto de patria que tenemos en Canadá, a pesar del tiempo y a pesar de la distancia.

En la parte de arriba de la sede, un grupo de 18 personas, leían extractos de libros de autores uruguayos, le brindaban un homenaje a la recientemente fallecida poeta Idea Vilarino, planeaban la visita del escritor Marciano Duran para el 5 de Junio, elaboraban planes para una reunión sobre Mario Benedetti, se enteraban de los planes sobre el asado a beneficio de la escuelas rurales de Uruguay, compraban tickets para la presentación de la obra Barranca Abajo de Florencio Sánchez, el 29 de Mayo, y hablaban de otros temas que hoy les preocupaban o interesaban.

Como buenos uruguayos que están alrededor de una mesa, comían faina, pizza, tortas y picadas de varios tipos, por supuesto que había uno o dos mates dando sus vueltas, para que no faltara el sello mas autóctono.

Desde el salón principal, llegaban las voces de la gente de la Murga La Fulera, que desde 1976 alegra los carnavales del Club, en las paredes afiches invitaban a los ensayos del Candombe Infantil y el Candombe Mayor, a la vez que citaban para elegir a la Reina del Carnaval. Un carnaval que aquí siempre se celebra entre mediados y fines de Junio y que convoca una cantidad enorme de uruguayos, tanto arriba de las tablas como gente que viene a disfrutarlo.

Mientras tanto en la cantina, dos mesas de cuatro veteranos, orejeaban alegremente las cartas, mientra se divertían jugando al truco.

Acodados al mostrador, dos hombres que supieron jugar al fútbol, en River Plate y Huracán Buceo, el “Pato” Torres y el “Negro” Jorge Armua, tomaban un vinito, mientras como siempre, hablaban de glorias pasadas y de los mejores tiempos de su deporte favorito.

Por todo eso, que sucede cotidianamente en el Club Uruguay de Toronto, que vive, revive y mantiene latente nuestra cultura y esa forma de ser que tenemos los uruguayos, es que mientras volvía a casa, con Julio Sosa de música de fondo, pensaba…
…Estamos lejos, pero vivos.

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