Un lugar donde un hombre de Florida (Uruguay), la capital de la Piedra Alta, cuenta de todo un poco, sobre su pueblo, su vida, sus viajes, su familia y más que nada, sobre su Florida natal. Tambien mucho sobre mi querido Camino de Santiago.



Friday, April 18, 2014

León, de otro tiempo y lugar,amarraditos.

Vamos amarraditos los dos
espumas y terciopelo,
yo con un recrujir de almidón
y tú serio y altanero.

La gente nos mira
con envidia por la calle,
murmuran los vecinos,
los amigos y el alcalde.

Dicen que no se estila ya mas
ni mi peinetón ni mi pasador,
dicen que no se estila ya mas
ni mi medallón ni tu cinturón.

Yo se que se estilan
tus ojazos y mi orgullo,
cuando voy de tu brazo
por el sol y sin apuro. 
(Vals peruano)

Una de las cosas lindas del peregrinaje, es que después de terminada la caminata del día, siempre hay tiempo para descansar, tomarse un trago, sentarse en una plaza a mirar el mundo y la gente pasar.
En León, nos fuimos con Jordi al barrio de el Humedo, una zona con bares, restaurantes, calles angostas o calles anchas que parecen plazas. Era poco más del mediodía cuando nos sentamos en una mesa en una de estas plazas/calle ancha, pedimos algo para comer y por supuesto unas cañas bien frías, para reponer fuerzas y entonar el día.
Siendo domingo, todo estaba lleno de vida, los bares con la gente de aperitivos y tapas, las familias caminando lentamente, bien vestidos y con orgullo mostrando a sus hijos, grandes y chicos. Nosotros casi ni hablábamos, estábamos como hipnotizados viendo este espectáculo tan lindo de pueblo en domingo.

Desde un callejón que desemboca en el lugar, una pareja de octogenarios aparece a paso lento pero erguido y seguro. Me llamaron inmediatamente la atención,  a pesar de que estaban como a 50 metros de mi, se llevaron todo mi campo de visión hacia ellos. Parecía que se escapaban de un libro de historia del siglo pasado, o que recién bajaban del escenario donde habían representado una escena de tiempos pasados.

No puedo describir las vestimentas ni decir de que estilo eran, pero los dos, tomados del brazo, como en el vals peruano, amarraditos, se deslizaban sobre el empedrado como si no lo tocaran. Ella vestida impecable de pies a cabeza, donde una discreta capellina la coronaba, el, de terno con chaleco, camisa de un blanco brillante y corbatín antiguo, el sombrero al estilo cantor de tango, le daba un aire elegante y arrabalero. Las sonrisas que les iluminaba la cara de piel curtida por el sol, se veían de lejos.

Estaban tan fuera de contexto con el resto de la gente, que parecía que habían venido de otro lugar y a mirar el futuro. Los seguí con mi vista, paso a paso, hasta que llegaron al lugar en que estábamos. Cuando se deslizaban delante de mí, me pare, me acerque a ellos y con todo el respeto que podía demostrar, les hice saber de mi admiración, “discúlpenme y permítanme decirles que son la pareja más hermosa y elegante que he visto desde que llegue a Europa” al tiempo que les hacia una pequeña reverencia.

Ella con una sonrisa que no le cabía en la cara, me dio las gracias, el, la miro a ella con cara de enamorado orgulloso y después mirándome a los ojos, con la punta de los dedos se toco el ala del sombrero en señal de saludo. No hubo más palabras, ellos siguieron su camino y nosotros con nuestras cañas. Habría pasado una hora cuando los vemos de retorno, al pasar frente a nosotros, nos saludaron con sonrisas simpáticas y siguieron viaje, para mí se esfumaron para regresar a su lugar y tiempo.

 En su estela dejaron el empedrado y  mi alma marcada con su presencia, elegancia, orgullo de caminar juntos y un aire de nostalgia dulce. Yo no les tome ni una foto, sabía que el recuerdo le iba a hacer mas justicia al momento vivido.

Si de todo lo que vi en León, esta hubiera sido la única memoria rescatada, me bastaría y serian justificados los kilómetros hechos para llegar allí. Pero, hay más, dos o tres anécdotas que hay que contarlas, pero que dejamos para la próxima. Hay tiempo porque hasta Santiago no paramos.
Esta no es la pareja, ya que no les saque una foto, la uso para que se den una idea
de lo que era la hermosa pareja de ancianos que eran como si esta pareja se apareciera en la plaza.






No comments:

Post a Comment